Día 1: Llegada a Reykjavik
Llegada al aeropuerto de Rekyavik (Keflavik), donde recogerás el coche de alquiler. Reykjavik destaca por su colorido centro donde se encuentran el estanque Tjörnin, por el que dar un agradable paseo y sacar buenas fotos de la ciudad, su Ayuntamiento o la iglesia Hallgrímskirkja, inspirada en las columnas basálticas de la cascada Svartifoss.
Si llegas pronto podrás conducir por el famoso Círculo Dorado (Golden Circle), una de las rutas más populares del país. La primera parada sugerida es el Parque Nacional de Þingvellir, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí se puede caminar por el valle situado en la grieta que separa las placas tectónicas euroasiática y norteamericana. No debes perderte la majestuosa cascada Gullfoss y la zona de aguas termales Geysir, en el valle Haukadalur. En Reykjavik encontrarás una gastronomía de calidad, así que asegúrate de ir a uno de sus excelentes restaurantes y probar el pescado fresco o el tradicional cordero. Noche en Reykjavik.
Hotel: Alda Hotel Reykjavik (4*) o Exeter Hotel (4*)