Día 1: Llegada a Helsinki
La capital de Finlandia, conocida como la Hija del Báltico, es una ciudad moderna y cultural que ha sentido una mezcla de influencias durante siglos de Oriente y Occidente. Se trata de una ciudad animada llena de mercados, mercadillos, excelentes museos de arte y diseño. Recorre el centro de la ciudad, donde se encuentra la neoclásica Plaza del Senado con su Catedral Luterana de San Nicolás, la típica imagen de postal de la ciudad. También te recomendamos que visites la Iglesia Ortodoxa Rusa Uspenski y su fastuoso interior, la Iglesia Temppeliaukio, excavada en roca y el Monumento al compositor Sibelius, situado en el Parque del mismo nombre.
Pasea por la Plaza del Mercado que, junto con la Plaza del Senado, son las dos más concurridas de la ciudad. En ella encontrarás puestecitos de artesanía, recuerdos, gastronomía, etc. Puedes hacer un descanso en su cafetería-carpa climatizada para tomar un café disfrutando del ambiente, especialmente por las mañanas.
No dejes de visitar la Fortaleza de Suomenlina, Patrimonio de la Humanidad. Es una de las fortalezas marítimas más grandes del mundo y fue construida por los suecos a mediados del siglo XVIII para controlar el puerto de la ciudad. El Museo de Arte Contemporáneo Kiasma, que se halla en un impresionante edificio, es otro lugar muy recomendado para amantes del arte y de la arquitectura. Noche en Helsinki.
Hotel: Marski by Scandic (4*sup) o Radisson Blu Plaza Hotel (4*sup)